SELVA URBANA

Todos con Nuevo León

Escrito en OPINIÓN el

Independientemente del grosero y sanababiche de su gobernador, los tamaulipecos como los coahuitlecos y como ya lo hacen los potosinos, debemos ponernos bien “cuadernos de doble raya” con la raza de la zona metropolitana de Monterrey y hasta donde nuestra generosidad irrefrenable y la propia agua, alcancen a cubrir a ese estado reynero.
Que lo buen vecino nos brote harto a cada tamaulipeco, a borbotones surja la solidaridad nuestra para con ellos, que los inundemos del posible H20 que le podamos enviar desde territorio cuerudo, que al menos el gesto de bien intencionado sea gigante.
Gente de Nuevo León, en verdad que sí los queremos, hoy y siempre, en las buenas y en las malas.
Claro que hoy los neoleoneses requieren de más agua que de amor, es la desesperación lo que a algunos de ellos les llama al insulto y a la diatriba.
Pasemos por alto las malas palabras de quien les dirige, sólo son desesperadas muestras de imperiosa necesidad de alguien que no sabe qué hacer (“Ahora resulta que la mentada de madre es porque no hay agua, como si a mí me tocase el abasto de agua, ¡Pues no señores! Sólo soy el gobernador de Nuevo León”).
¿Recuerdan tan triste actitud de alguien que no sabe qué es gobernar? Y que como dijera don Teofilito, ni lo sabrá jamás.
Hoy todos ellos claman por ayuda, por auxilio de quien sea, entendamos eso y contestemos con la otra mejilla, sin cubrírnosla, porque simplemente no podemos esquivar la agresión, ya que nuestras manos y brazos están ocupados cargando y acarreando el agua que les vamos a hacer llegar a nuestros hermanos de Nuevo León.
Que el bombardeo sea de nubes, no contra su prójimo, que la andanada de disparos sea para provocar lluvias sobre las presas Cerro Prieto, El Cuchillo y La Boca, no sobre la gente de Tamaulipas, Coahuila y San Luis Potosí.
Ya este martes 21 llovió algo en Allende, Guadalupe, Monterrey, Rayones y Santiago, Nuevo León; qué bueno, ojalá Tlaloc se apiade por estos días.
Y la raza de las entidades alrededor de los regios, pongamos las barbas a remojar -pero en poquita agua- al ver a Nuevo León, deshidratarse y casi morirse de sed, porque nos puede pasar lo mismito.
La alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Cantú Rosas, ya entró en acción, con el envío de siete primeras pipas desde esta frontera a Monterrey, se hará en la medida posible por cuanto a vehículos en existencia (y lo amolado de los mismos).
Pero además la presidenta municipal ha convocado a que la iniciativa privada local, constructores o gente que tenga este tipo de tanques, hagan equipo con el gobierno municipal para ayudar a llevar agua a Nuevo León.
La Diócesis de Nuevo Laredo está haciendo lo propio; y el pequeño de 9 años de edad, Gabriel Quimbar, quien se hizo viral por reunir fondos para una colecta de salud hacia su hermanita, ahora está haciendo otra,, para reunir botellas de agua, a cambio de poner uñas de acrílico a las damas locales.
VAMOS A DEMOSTRAR
Demostrémos a los vecinos regios, que en Tamaulipas sabemos hacer el paro (así dicen ellos a la ayuda entre iguales, acá nosotros le decimos, “tirarnos la esquina”).
Por cierto, es hora de echar abajo ese fantasma de diferencias entre vecinos, dejemos sin efecto eso de que hay un resquemor recíproco.
Esta crisis de agua ha llegado justo para despejar del cielo, de esta tierra de todo el noreste, la errónea y muy mala idea que se cierne, respecto a una supuesta animadversión o rivalidad recalcitrante entre la gente del rumbo, de estos tres estados, de uno para los otros dos y viceversa.
Entonces es que ya llegó la hora para que Tamaulipas y Coahuila la brinquemos por los regios, que todos los decires de enemistades y de cero simpatías mutuas, sean solo bromas entre carnales.
Vamos a dejar muy claro que nada es cierto, que sí nos queremos, sólo que nos llevamos pesado, bien grueso, tal y como lo hacen los hermanos, pero que todo es al contrario, simpatizamos bastante, unos y otros.
Feliz domingo y que ya les llueva con madre a los queridos vecinos, que se les aguade la sopa de coditos, de esos de los que ellos tienen bastantes.