MIRADOR

La niña que era dueña de la Luna

Escrito en OPINIÓN el

El rico abuelo de la niña rica le ha dicho que la Luna es de ella.

-Yo la compré para regalártela, hijita. Eres su dueña.

La niña está orgullosa. A los pequeños hijos de los campesinos que sirven como peones de la hacienda les dice:
 
-La Luna es mía. Me la regaló mi abuelo. No la miren si no les doy permiso de mirarla.


Cuando la Luna sale sobre el cerro los niños bajan los ojos para no verla.

Aquella noche hay luna llena.

Uno de los niños pobres va con la niña rica y le suplica:
 
-¿Me das permiso de mirar tu Luna?

-Está bien -concede la chiquilla-. Mírala. Pero sólo un momento.

El niño pobre, feliz, mira la Luna.

-¡Qué bonita es! -dice.

¡Hasta mañana!...