Se puso bueno el chisme con esta nueva denuncia interpuesta básicamente en contra del tristemente célebre Irving Barrios, el fiscal carnal, pues el piloto salió a decir que fue gente de la fiscalía de Tamaulipas la que llegó con amenazas de arrestarlo si no firmaba una declaración que ya traían armada los cabecistas, en la que lo orillaban a testificar en contra de políticos morenistas a quienes a fuerza querían vincular al empresario fallecido Sergio Carmona.
Está un poco enredado, el caso es que Irving Barrios aplicó su característico estilo de fabricar casos, obligando a personas a testificar en la forma en que él quiere, pero una vez más se le cayó el teatro, pues la verdad es que no se le da eso de armar bien los casos, pues incluso para eso se requiere ponerle intelecto.
Durante todo el sexenio Barrios ha aplicado esa misma técnica para muchos otros casos, incluyendo el de los comunicadores de Nuevo Laredo que encarceló por poco más de un año, también armado de forma burda, y aunque al final tuvieron que liberarlos precisamente por que las ‘pruebas’ con las que los habían acusado eran absurdas, en el transcurso uno de los compañeros periodistas falleció; se trata de Gabriel Garza, quien no alcanzó a ver la justicia.
A pesar de que los señalamientos y pruebas de fabricación de delitos de parte del fiscal, Cabeza de Vaca pretendía darle todo el poder de las diversas corporaciones y dependencias en las áreas policiales y de impartición de justicia, y para colmo, dejarlo instalado de forma transexenal, a través de las iniciativas promovidas por los diputados a su servicio.
Obviamente todas esas ideas son reversibles y esperemos que tan pronto como arranque el nuevo gobierno de Américo, puedan terminar con todas esas aberraciones que Cabeza de Vaca pretendía que se mantuvieran incluso ya concluído su sexenio.