Tuvieron que pasar casi tres años y que básicamente fueran de salida para que “reconocieran” el montaje y ejecución extrajudicial de ocho personas en Valles de Anáhuac a manos de la Policía Estatal de Tamaulipas.
Para colmo, la “disculpa” que vinieron a ofrecer a los familiares de las víctimas, no vino de altos funcionarios y el discurso lejos de reflejar el arrepentimiento, fue frío y al concluirlo, ni siquiera se quedaron a sostener un diálogo directo con los seres queridos de las personas abatidas.
El marco de referencia para un acto de esta naturaleza, es la histórica disculpa de la Semar, también con familiares de víctimas, pero de otros incidentes en los que se involucró a la Marina, pero en esa ocasión, el año pasado, el discurso sí vino de funcionarios de alto nivel, con palabras sentidas y un acercamiento a los seres queridos de aquellos que fueron desaparecidos.
Nuevo Laredo registró un notable incremento en cuanto a los pasajeros de los vuelos desde y hacia la Ciudad de México, obviamente esto derivado de la llegada de otra aerolínea más económica a la ciudad, que no sólo aumentó las frecuencias, sino que obligó a su competencia a reducir los precios.
Lo anterior ha servido también como un importante indicador de que existe la demanda en la ciudad, pero los precios exagerados de Aeroméxico desde y hacia Nuevo Laredo, desestimaban hacer el viaje utilizando el Aeropuerto Quetzalcóatl, pues muchos optaban por hacer ese viaje desde Laredo, Texas, y tal vez con mayor frecuencia desde Monterrey, pues aun y con la gasolina y peaje para hacer ese traslado, era más económico, irónicamente, con la misma aerolínea, esto a pesar de que la distancia es similar.