OPINIÓN

Tormentas históricas

Escrito en OPINIÓN el

A muchos nos pareció que la lluvia fue muy copiosa, pero ¿qué tánto? Pues para ponerlo en contexto, algo de estas proporciones no ocurría desde 1971; en este sentido, aunque tuviéramos la infraestructura de Londres -que es una ciudad tradicionalmente lluviosa- se hubieran generado encharcamientos de todas maneras.

Ya en números, esta lluvia fue de más de 7.7 pulgadas y la última que fue tan copiosa, la de 1971, fue de hasta 9 pulgadas, así que nos queda claro que no fue cualquier ‘aguita’.

A pesar de lo anterior, los socavones que se esperaba que ocurrieran en el transcurso del día de ayer, no ocurrieron aún, siendo lo más notorio el desgajamiento en el Colosio o el hundimiento en la 5 de febrero y Leandro Valle, que por cierto, ha sido recurrente por años.

La sequía  es un tema que pareció desvanecerse de las preocupaciones de los neolaredenses y de otros municipios y entidades afectadas recientemente por el fenómeno, pues el hecho de que se hayan registrado lluvias tan intensas, hace pensar que el problema se acabó, y es que si bien fueron de mucha ayuda para el campo y la vegetación en el área conurbada, no viene a aliviar las presas.

Para empezar, que el agua caiga en el área de los dos Laredos sería de provecho para la presa Falcón, que no es la encargada de surtirnos del vital líquido, pues a la que si le toca es a La Amistad, que se encuentra un poco más arriba de Acuña, donde afortunadamente cayó también algo de agua.

Para compensar el enorme vacío en estas presas, sería necesario que cayeran en el área de Acuña muchas lluvias como la de este domingo y lunes, al menos para que llegaran a un punto en el que podríamos dejar de preocuparnos, pues actualmente La Amistad está al 22% y la Falcón al 11%, niveles muy críticos.