AMLO dijo ayer respetar la decisión de la primera sala de la SCJN, pero que comoquiera le va a llegar la justicia a Cabeza de Vaca, mientras que éste último anda fanfarroneando que ‘la corte de dio la razón’, claro que ni él se la cree, pues sabe bien, o al menos debería saber, que solo basta esperar al 1 de octubre para procesarlo ya como un ciudadano cualquiera, o casi, pues este ciudadano se surtió de cientos de millones de pesos del erario, según lo revela el ex titular de la UIF, Santiago Nieto.
Después de las declaraciones de AMLO, Américo y otras figuras de Morena, queda claro que no se quitaría el dedo del renglón en materia de impartición de justicia y que el fin del sexenio con el fin de esa inmunidad procesal, son las claves para comprender que la justicia le llegaría finalmente.
Al reflexionar sobre los pasados gobernadores tamaulipecos apresados, queda claro que ninguno de ellos había generado tal grado de aversión como Cabeza de Vaca, pues si bien sus predecesores fueron villanos en toda la extensión de la palabra, las acciones y omisiones del panista llevaron a otro nivel esta reprobación colectiva, al grado de poder presumir que la gran mayoría quiere verlo tras las rejas, exceptuando algunos pocos funcionarios estatales que se han visto beneficiados, pues incluso entre los trabajadores de su gobierno hay un enorme descontento.
Cada vez se maneja con más fuerza la versión de una posible fuga de Cabeza de Vaca, tal como lo hizo Yarrington, que al final fue fichado por la Interpol, atrapado en Europa y extraditado, así que muchos ya ven este escenario replicándose en un futuro cercano.
Para ejemplo de prófugos de la justicia, aunque en menor proporción, está Ricardo Anaya que a pesar de tener algunas órdenes de presentación sigue en campaña en el exilio, haciéndose la víctima, coincidentemente también panista, así que sin duda hay un marcado patrón de conducta entre los de la cúpula del partido azul.