MIRADOR

Variaciones Opus 33 sobre el tema de Don Juan

Escrito en OPINIÓN el

A veces Don Juan sueña.
En el sueño se le aparece alguna de las mujeres a quienes creyó amar y que quizá lo amaron, al menos en el momento del amor.

El sueño que entonces sueña no es lascivo. Es un sueño que se podría llamar ensoñador, suave, dulce y aun tierno. Ella le da la mano y él la toma y la besa levemente, como se besa una frente de niño. Entonces la mujer sonríe y desaparece.
En ese punto del sueño, Don Juan siempre despierta. Lo posee una sensación de paz, y ya no lo atosigan los remordimientos que le retuercen el alma. Intenta volver a dormir para volver a soñar lo mismo, pero el sueño huye, y con él huyen los sueños.
Mentiría yo si dijera que en esa duermevela Don Juan se arrepiente de su pasada vida. Jamás se arrepentirá, pienso, ni siquiera en el último instante. Los amores son para recordarlos, no para arrepentirse de ellos.
Don Juan espera que regrese el sueño. Le preguntará a la amada en el momento de besarle la mano: “¿Te acuerdas?”.
¡Hasta mañana!...