MIRADOR

San Virila

Escrito en OPINIÓN el

Un camarlengo del Papa fue en busca de San Virila a su convento. Le dijo:
-Su Santidad quiere que seas cardenal. Ha oído de los milagros que haces, y desea tenerte cerca.
Respondió el frailecito:
-Los milagros que hago son siempre en beneficio de mi prójimo. Ahora voy a hacer uno en mi propio beneficio.
Y así diciendo desapareció. Por todas partes lo buscaron sin hallarlo. Días después, ido ya el camarlengo, sus hermanos lo encontraron. Estaba trepado en una higuera, disfrutando los higos y riendo divertido.
El enviado del Papa le dio cuenta del fracaso de su misión. Le ordenó el Pontífice:
-Vuelve y repítele mi deseo.
-Su Santidad tendrá que perdonarme -respondió el camarlengo-. Los hermanos de Virila me dijeron: “No regreses. Él ama tanto a su convento y a sus pobres que si vuelves a tratar de llevártelo, así sea en el nombre del Papa, corres el riesgo de que ahora te desaparezca a ti”.
¡Hasta mañana!...