EN VOZ ALTA

El odio

Escrito en OPINIÓN el

En contra de todos los pronósticos de los adversarios de la Cuarta Transformación, la X Cumbre de Líderes de América del Norte fue todo un éxito en todos los sentidos. Desde el posicionamiento de nuestro país por primera vez en la historia política internacional, no sólo como un elemento primordial para su desarrollo regional, sino que también por primera vez, al menos desde que tenemos uso de razón, se nos trata con seriedad, respeto y admiración.

Desde lo importante y sustancial hasta lo circunstancial y anecdótico, se dejó en claro que México, Estados Unidos y Canadá son, además de amigos fraternos, importantes miembros de una gran alianza para la cooperación y el comercio internacional, que no sólo saben de la necesidad de trabajar de manera conjunta en lo que nos concierne de manera común, dada nuestra vecindad, sino lo trascendente que resulta hacerlo en un pie de igualdad.

El liderazgo de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador fue más que evidente. Su poder de convencimiento y tenacidad para privilegiar los encuentros entre amigos, así como su habilidad de persuadir a sus homólogos tanto en las jornadas bilaterales como en la trilateral, a lograr acuerdos que beneficien de manera equitativa, sí, pero sobre todo, de manera cualitativa a los tres países por igual en un marco de cordialidad, buena vecindad, y de intereses en común, fue todo un éxito.

Los temas de la agenda tratados en la Cumbre se centraron en economía, comercio e inmigración; sin embargo, como buenos anfitriones que somos, aprovechamos llevar la voz cantante que nos caracteriza cuando de recibir en nuestra casa a invitados se refiere, para poner en la mesa la propuesta de formar un comité de cuatro integrantes por país para analizar la necesidad de sustituir importaciones con el fin de hacerle frente al gigante asiático en su acaparamiento del mercado.

Sin lugar a dudas un balance muy positivo y un muy buen sabor de boca nos queda como resultado de la reunión tripartita en la que también se logró poner como ejemplo en esencia, pero la nada sencilla estrategia que México ha optado por imponer para revertir los malos gobiernos anteriores, y que radica en un combate frontal a la corrupción, así como al mismo tiempo apoyar, mediante programas sociales directos, a los más desfavorecidos, más aún en tiempos como los que actualmente vivimos.

Al final de cuentas, los malquerientes del Presidente, que son los mismos que le desean que le vaya mal a nuestro país, se quedaron de nuevo sin argumentos, volvieron a inventar historias novelescas y mentiras cada vez menos piadosas. La mayoría, ante el éxito indiscutible de la Cumbre se quedaron callados, y los que se fueron de hocico apostando a que por ninguna razón aterrizaría en el AIFA el Air Force One, volvieron a quedar en ridículo y terminaron por evidenciar de nuevo su gran odio por nuestro país.

ADENDUM

Mañana, después de mucho esperar, inicia formalmente el juicio contra el brazo derecho de Felipe Calderón, principal operador de su gobierno en contubernio con el crimen organizado y protector del Cártel de Sinaloa.

Saldrán de dicho espectáculo judicial muchos nombres y renombres de políticos, periodistas chayoteros, y uno que otro pseudoempresario corrupto sinvergüenza.

Reducirán a siete años como máximo de cárcel al súper policía de Calderón de ser que declare contra su jefe.

De otra manera pasará el resto de sus días encerrado. ¡De pronósticos reservados!

Quisiera ver -no sé usted, estimado lector, estimada lectora-, a ambos rufianes perseguidos y encarcelados aquí en nuestro país. Lo malo es que tenemos en el Poder Judicial al enemigo, y a un cero a la izquierda como Procurador.

Seré ingenuo, pero si queremos que la Transformación consolide, lo tenemos que cambiar.