EN VOZ ALTA

Abrazos

Escrito en OPINIÓN el

Como si fuese una enfermedad demencial en donde tu cerebro te empieza a traicionar mediante pequeñas, pero progresivas lagunas que, poco a poco, pero irremediable e inevitablemente, se van apoderando de tu sensatez hasta llegar a perder la coherencia por completo.

Así suena la forzada narrativa de la oposición a la que, no sólo se le han acabado los argumentos para desacreditar al presidente Andrés Manuel López Obrador -que por cierto siempre carecieron de creatividad, más aun de veracidad-, sino que hoy se encuentran en su propio callejón sin salida.

Y es que cuando empiezan a cruzarse los cables y a contradecirse en sus minuciosamente sincronizadas declaraciones se evidencia un claro caos interno que sólo es explicable dada la desesperación que les produce el verse abrumados, pero, sobre todo, derrotados ante los continuos éxitos de la Cuarta Transformación.

Cerrando un año repleto de tropiezos y más de descalabros, la oposición se enfrenta a otra de sus múltiples decepciones internas, y es que a casi a un año y medio de que se cumpla el término de la presente administración, todas y cada una de sus fatalistas predicciones han, un día sí y el otro también, fallado.

Que si nos íbamos a convertir en Venezuela; que si AMLO era un peligro para México; que si la torre del AIFA estaba chueca como ellos; que si la refinería de Dos Bocas se inundaba; que si los rieles del Tren Maya estaban oxidados; que el peso se iba a devaluar como nunca antes; que si Ovidio Guzmán era protegido. Y un largo etcétera…      

Lo cierto es que la derecha conservadora está no sólo desesperada porque nada les cuaja, sino que se encuentran desquiciados, ya que cada vez que tratan de desacreditar al Presidente, simple y sencillamente se les revierte y son ellos los que terminan, no sólo desacreditados, sino completamente auto humillados.

Ahora con el gran golpe efectuado por nuestras Fuerzas Armadas en contra del narcotráfico, resulta que la captura del hijo del “Chapo”, según los expertos intelectuales orgánicos chayoteros, los mismos que el año pasado criticaron al Presidente por su responsable decisión de haberlo soltado, fue una mala decisión haberlo hoy recapturado.

O que el Presidente no estaba otra vez enterado del operativo; o que fueron los de la DEA vestidos de la MARINA; o que la jueza que le otorgó el amparo a Ovidio es prima hermana de AMLO; o que su extradición es moneda de cambio para la negociación del inminente panel de controversia con el que los gringos amenazan el supuesto término del T-MEC, etc., etc…

Ya chole con las mismas tonterías. De plano, estos pobres imbéciles están para llorar. Nunca pudieron, ya no se diga proponer algo, sino tan siquiera comprender que el discurso de odio y la fabricación de mentiras, solo funciona cuando no existe una base social del más del 70% que no solo aprueba la gestión del Presidente, sino que, somos precisamente los protagonistas del Cambio Verdadero.

ADENDUM

Aunque digan misa, lloren, pataleen, se autoflagelen y se den golpes de pecho, al escuchar que a México le está yendo bien en muchos de los sentidos les provoca derrame de bilis. Quisieran que los gringos nos vuelvan a tratar como su patio trasero, extrañan que los gachupines sean los amos y señores de nuestro subsuelo, de nuestras playas, de nuestras energías, y, por tanto, de nuestra soberanía. 

No quisieran que la Cumbre trilateral en puerta sea un verdadero éxito, como lo va a ser. No quieren a los migrantes porque son morenos y dicen que huelen feo. Quieren que siga el contrabando de armas desde los Estados Unidos, porque son ellos los que celebran cuando hay bajas del gobierno, o de ciudadanos, en los enfrentamientos con la delincuencia.

Quieren que vuelva el fraude y la corrupción. Es la única manera que saben que pueden regresar al poder para seguir robando.

El golpe es su único plan, y ya tienen tiempo ejecutándolo.

Aunque no les guste a los adversarios de la Cuarta Transformación: ¡Qué viva la democracia y la paz! 

¡Abrazos!