Río Revuelto
Ni un mejoralito en 6 años de CdV
Por increíble que parezca, durante todo el sexenio de Cabeza de Vaca no se contrató a nadie en cualquiera de las áreas de medicina, enfermería, cocina, intendencia, etc.; fueron seis años en los que cumplió su famosa frase de que no daría ni un mejoralito para el Hospital General.
Luego de todos esos tecnicismos, terminó por destrabarse de forma inicial este tema y llegaron ya las primeras 11 plazas, de cerca de 50 que estarían autorizando eventualmente y en el mejor de los casos, de cerca de 100 que faltan para que esta opere de forma óptima, claro, sin olvidar los insumos y el resto de la infraestructura que debe completarse, aunque tentativamente esta se enfocaría en el nuevo hospital, ahora bajo la modalidad IMSS-Bienestar.
De alguna manera, el Hospital General ha sido el único refugio en cuestión de emergencias de salud para todas aquellas personas sin alguna clase de seguridad social, y como en gran parte del país, Nuevo Laredo tiene un numeroso segmento en la informalidad laboral, que si bien puede tener ingresos muy favorables, y lo vemos seguido en taqueros y pulgueros, suelen carecer de aseguranzas médicas y otras modalidades, por lo que sólo les queda pagar atención particular o este nosocomio.
Es por esta razón que un Hospital General en Nuevo Laredo, una ciudad con una cantidad sobresaliente de dos vehículos -en promedio- por hogar y por lo tanto una gran frecuencia de accidentes automovilísticos, debe contar con una unidad de emergencias hospitalarias con todo el personal y equipamiento necesario.