EN VOZ ALTA

De oídas

Escrito en OPINIÓN el

Apenas en su tercera semana de haber iniciado el juicio en contra de Genaro Garcia Luna en la Corte Este del Condado de Brooklyn, Nueva York, en los Estados Unidos de Norteamérica, anunció el juez Brian Cogan que se prevé sea acortado el término que se había programado para el caso, ya que la Fiscalía, de manera inesperada, resolviera presentar su último -y “significativo”- testigo, para el día de mañana lunes 13 de febrero.

Sin adelantar quién podría tomar el estrado para terminar de incriminar al súper policía mexicano, quien es enjuiciado por cinco delitos, tres por tráfico de cocaína, uno por conspiración y delincuencia organizada, y otro más, por falsear declaraciones ante la autoridad, se menciona que bien éste podría ser Édgar Valdez Villareal, alias La Barbie, quien hace mas de dos meses habría sido excarcelado y su paradero se mantiene en el anonimato.

Otro posible testigo podría ser el hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, Jesús Reynaldo “El Rey” Zambada García quien, de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, era el principal operador del Cartel del Pacifico y estaba encargado de la ruta de tráfico de narcóticos a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICIM), y al que le fueron interceptadas diversas comunicaciones en las que su colusión con las autoridades mexicanas quedaba de manifiesto.

Habremos de recordar que el Rey Zambada fue capturado en 2008, pero cinco años después fue extraditado a los Estados Unidos, en donde fungió como testigo “estrella” en el juicio del siglo que le siguieran los gringos al Chapo Guzmán, y en donde declaró que habría entregado personalmente en dos ocasiones maletas de dinero con un total de 8 millones de dólares al entonces secretario de Seguridad Publica en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Genaro García Luna.

También se dejó entrever la posibilidad, aunque muy lejana, de que el propio García Luna suba al estrado en calidad de testigo en su defensa, algo que no es muy frecuente ver en estos casos dado el altísimo riesgo que existe de que por algún error él mismo se pueda autoincriminar, ya que todo lo que diga en el supuesto de tomar esa opción, seria inmediatamente tomado como prueba, aunque sea esta de “oídas”, dándole armas a la fiscalía para realizar las preguntas inherentes al caso.

Otra de las suposiciones que rondan por aquellas latitudes es que pudiese ser que la razón por la que se acortó el tiempo que inicialmente se había programado para durar entre seis y ocho semanas, sería que el inculpado haya llegado a un acuerdo con los fiscales, en el que se declararía culpable con la intención de reducir su pena e inclusive existe la posibilidad, aunque muy remota, en que este se pueda acoger al programa de testigos protegidos en caso de escupir para arriba.

Y es aquí donde entraría en escena el tristemente célebre Felipe del Corazón de Jesús Calderón Hinojosa a quien, por cierto, ya se le hizo mención en el juicio por el ex fiscal Édgar Veytia, quien acusó, aunque sea de “oídas” al ex presidente de México, de haber dado línea directa al gobernador de Nayarit en aquel momento, Ney González, para que protegieran a la organización criminal de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y que esa era una orden directa del presidente.

ADENDUM

Para conocimiento de los defensores de García Luna y de su jefe inmediato Felipe Calderón, la madre de todas las pruebas es la confesional, seguida inmediatamente después por la testimonial. Esto es, todos los que han desfilado (27 testigos para ser exactos) frente al jurado en la Corte Este de Brooklyn, Nueva York, aunque algunos están, en efecto, acogidos al programa de testigos protegidos, se les da en aquel país vecino del norte, un alto grado de veracidad, ya que es la manera en que les permite ir escalando en la pirámide de la criminalidad hasta llegar a capturar al pez gordo.

No descartemos, y ojalá y así sea por el bien de la verdad, de la justicia, y de México, que ese pez gordo sea el propio Felipe Calderón, que como bien dijo el jefe Diego, “…si éste sabía lo que hacía su principal secretario, pues lo convierte en un criminal, y si no sabía, pues además de criminal, es un reverendo estúpido”.

De “oídas”.., o haiga sido, como haiga sido, Felipe Calderón ya está oficialmente embarrado, nada más, pero nada menos, que, por los gringos.

Y si no es así, que ni se aparezca por acá, porque aquí sí lo terminaremos por encarcelar.