Ayer trascendió la triste noticia del fallecimiento de don César Martínez Fresnillo, un gran abogado y una excelente persona que sin duda dejará una huella muy difícil de borrar en esta comunidad.
Siendo un gran defensor de los derechos, peleó muchas batallas de forma incansable, con una tremenda disciplina y determinación para enfrentar incluso a grandes compañías en defensa de los neolaredenses.
Se le va a extrañar como profesionista, pero también como ser humano, pues detrás de su labor había una extraordinaria persona de fe que brindaba siempre un buen consejo a quien lo necesitaba.
Esta Navidad fue de alguna manera más tranquila que las anteriores en cuanto a incidentes, y los festejos fueron en su mayoría en cuadro chico, con la familia inmediata sentada en la mesa.
El clima influye, claro, en que menos personas prendan anafres, de hecho el clima fue casi caluroso, así que sólo se prendió el fuego para cocinar y encender los fuegos artificiales, que este año también se redujo considerablemente su uso en varios sectores de la ciudad.
Obviamente no estuvimos exentos de incidentes, pues en el transcurso del 24 y 25 de diciembre se registraron algunos incendios, entre zacatales y domicilios, que en el caso de estos últimos se atribuyen a un cortocircuito.
Pero a pesar de lo anterior, se habla de un saldo blanco para esta Navidad, aunque aún falta la prueba “de fuego” que es en Año Nuevo, fecha en la que generalmente se acentúan los incidentes de todo tipo, pero a como pintan las cosas, todo indica que si bien difícilmente estaría exento de percances, sí deberían ser en menor medida que años anteriores.
Hay que recordar que el propósito es llegar de la mejor manera posible al año próximo, así que pasarla bien un rato no debería implicar el exceso y, por más que suenen trillados las usuales recomendaciones, es bueno tomarlas en cuenta.