En el último día hábil del año veremos sin duda mucha actividad, especialmente en el tránsito de personas que van en camino a celebrar el año nuevo fuera de su ciudad, por lo que no sería extraño que los puentes internacionales estén llenos.
Regularmente el 24 y el 31 ese flujo vehicular se reduce considerablemente, pues la mayoría busca ya estar esas fechas en los lugares donde pretenden festejar, por lo que el tránsito en horario diurno de esos días usualmente corresponde a quienes hacen compras de último momento para la celebración, mientras que en la noche tiene que ver con los traslados a los lugares donde vivirán el cambio de 2024 a 2025.
De alguna manera la tranquilidad de los festejos de esta Navidad, representan un buen ejemplo de como muchos quisieran que se comportara la sociedad este día último, con pocos fuegos artificiales y un saldo blanco en cuanto a incidentes relacionados directamente a la celebración, sin embargo esta será la prueba de fuego, pues es cuando más bullicio se genera.
Seguramente suena trillado, pero es importante reiterar la importancia de mantenerse bajo techo y lejos de puertas y ventanas durante los 15 minutos previos y posteriores a la media noche de mañana 31, para evitar ser alcanzados por alguna bala perdida.
Esto último es una práctica de mucho arraigo que afortunadamente ha disminuido, pero no se ha erradicado, en la que no se toma en cuenta que después de la detonación al aire, especialmente si no se hace en un ángulo y dirección a despoblado, termina por regresar con mucha fuerza a algún lugar del área conurbada, en ocasiones haciendo blanco en alguna persona.
No nos despedimos aún, pues aún falta un día para concluir el año y esperamos que nos siga favoreciendo con su preferencia y lectura en el 2025 que está a horas de llegar.