Es curioso como en cuestión de días las cosas cambian drásticamente, y en el transcurso de la semana que acaba de concluir, lo vimos con el tema del Parque Viveros.
Sin duda -y como en todo- hubo opiniones de todo tipo en cuanto a la fachada del que es por excelencia el parque más popular de la ciudad, pero esto no quedó solo en comentarios de ciudadanos, sino que hubo injerencia del blanquiazul para tratar de convertirlo en un tema político, pero a pesar de sus esfuerzos, eso solo duró un par de días y sin un impacto cercano a lo suficiente para afectar de alguna manera un resultado en la urnas.
Se llegó el día de la reapertura y cuando las familias vieron el parque renovado, quedaron atrás esos comentarios inducidos por el panismo, y los neolaredenses no solo aprobaron las remodelaciones, sino que inmediatamente procedieron a disfrutar de la modernización de éste.
Lo rápido que se pasó toda esa publicidad negativa de los panistas es prueba de que no había sustancia en sus acusaciones, pues de lo contrario, los ciudadanos no lo olvidarían tan rápido.
En general, para quienes están involucrados de alguna u otra manera en la política, así como muchos ciudadanos que tienen una noción al respecto; la semana pasada los panistas dieron la primera muestra del año, de lo que será su sucia estrategia para esta contienda que está por comenzar en la que se dedicarán a decir que lo hubieran hecho mejor, aunque cuando tuvieron la oportunidad no lo hicieron, de hecho estuvimos peor; también se concentrarán más en descalificar que en proponer su propio proyecto, y eso de entrada, no habla bien de su conformación.