Esa calma que se siente antes y después de una tormenta, es justo lo que se vivió ya este lunes, luego de que durante prácticamente toda una semana estuvieran pendientes los resultados de la elección de ayuntamiento, así que básicamente la jornada electoral apenas concluyó.
A diferencia de hace tres años, las publicaciones de Abdala este fin de semana no iban en el sentido de reclamos y quejas en video sobre sus inconformidades de la elección, sino en un tono mucho más tranquilo, y de continuar así, sería lo más sensato, simplemente agradecer a los simpatizantes pues en la ocasión anterior la actitud de no aceptar la derrota afectó considerablemente su imagen, pues a la opinión pública no le gustan los malos perdedores.
Si bien en esta ocasión parece haber tomado -al menos hasta ahora- una actitud más tranquila o mesurada, su actitud tempestiva de la anterior y la forma en que llevó esta última campaña, pueden haberle costado de una vez por todas su carrera política, o al menos tendría que.
En redes sociales las pocas publicaciones que aún van en el sentido de inconformarse de los resultados no resonaron con el público neolaredense, así que un eventual intento de retomar el tema, no sería para nada favorable, para quien sea que lo quiera hacer.
Por todo lo anterior, esa relativa calma viene acompañada de una incredulidad de que las cosas vayan a quedar así, independientemente de que llegue a ser de esa manera.
Para los ciudadanos que no estuvieron involucrados directamente en algún partido político, el cierre de este capítulo es también un respiro, luego de tanta turbulencia que se vivió hasta en “tiempos extra”.