RÍO REVUELTO

Vapeo: una epidemia de chicos y grandes

Escrito en OPINIÓN el

La epidemia del vapeo se ha agudizado en gran medida porque culturalmente se ha minimizado el impacto tan negativo que tienen estos dispositivos electrónicos en la salud, pues originalmente se consideraba que se trataba de una forma de sustituir el cigarro por algo menos dañino para quienes buscaban dejar de fumar.

Así como aún en la década de los 80 las tabacaleras pretendían negar que el cigarrillo era causa de cáncer, en sus inicios el vapeo o “vaping” figuraba como un hábito nada comparable a los daños que causaba el humo del tabaco en los pulmones, al tratarse sólo de vapor y que además se podía utilizar en edificios cerrados sin infringir las leyes que prohibían esta práctica.

Al parecer menos serio o dañino que el tabaco, se fueron sumando menores de edad a este hábito del vapeo sin que muchos de los padres lo vieran mal, pero con el paso de los años y la acumulación de víctimas, hoy tiene a muchos países con un severo problema de salud pública que resolver.

Para los menores de edad el vapeo es más sencillo de ocultar de los padres, al no dejar el mismo rastro que el tabaco, de ahí que el segmento más joven esté teniendo una predilección por el cigarrillo electrónico.

Las campañas son importantes, pero no siempre lo suficientemente efectivas, mientras que las legislaciones, cuando son demasiado restrictivas, vuelven este hábito más deseable para diversos segmentos, al volverse una manzana prohibida.

Evidentemente no es sencillo y no se trata tampoco de descartar alguna de las estrategias ya implementadas, sino de una aproximación integral a este creciente problema que afecta a personas de todas las edades.