Ahora que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó este viernes el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2025-2030, raudos y veloces, de viles nailons prontas y cuentachiles o boquiflojos, todos los mercenarios del periodismo, los mercaderes de la comunicación y los fariseos de los medios -medios corruptos y medio podridos- se pusieron a hacer chile con la cola, a despotricar, desmenuzándolo en un tinte muy pesimista.
Igual que negativamente lo hicieron en diciembre con el Plan México, pobres weyes -y vacas- que no saben que en el exterior, otros mandatarios, economistas, sociólogos y expertos, lo destacaron, lo reconocieron, seguro y lo van a adoptar en algunos países, mientras que en México los dizque líderes de opinión, nada más por hinchar las pelotas (y aún respirando por la herida de que los bajaron de las grandes bolsas que los cacos les daban en los sexenios de al menos la segunda mitad del siglo pasado y en los primeros 18 años del actual), dijeron babosada y media.
El Plan Nacional de Desarrollo es una consulta ciudadana de este lunes 6 al domingo 19 de enero se llevará a cabo mediante foros populares por todo el país, donde los más de 90 millones de mexicanos mayores de 18 años podremos dar presencialmente o a distancia -enviar por internet, en redes sociales o correo electrónico- nuestras propuestas, opiniones, sugerencias o análisis. Y los millones de ellas que se obtengan, en sólo dos semanas serán resumidas, gracias a la tecnología de avanzada que en informática se tiene, a la cada vez más sorprendente inteligencia artificial, para así tenerlo listo antes de febrero, o sea, casi de inmediato estará al puro tiro, concluido y presto para ponerlo en marcha.
Sí, se reunirán en instantes las millones de participaciones, sumando, aglutinando o seleccionando las observaciones del pueblo, porque muchos millones de ellas se repetirán. Pero no podían faltar los Margaritos que reprobarían estos foros o consultas.
Nos referimos a los caídos en desgracia, llámese polacos, partidos políticos, medios de comunicación, cacos y cacas de ayer, esos que cada día que pasa desde que les quitaron la caja de las galletas y la propiedad del país, están obligados a respirar por la herida y a exudar por sus muy negras oquedades.
Claro que lo hacen cocinándose en sus propios jugos, hirviendo en su bilis y escurriendo hiel por las comisuras de todas las pestilentes cloacas que cada uno tiene.
“¿Cómo le van a preguntar a 130 millones de mexicanos en sólo 14 días?, ¿Cómo van a resumirlo todo y elaborar las conclusiones, los presupuestos, las razones y los motivos?”, preguntó uno de “Los Huérfanos del Tesoro Azteca”, un “Destetado gubernamental”. El Plan Nacional de Desarrollo de la Presidenta Claudia Sheinbaum será la guía del gobierno nacional para definir las prioridades en materia económica, social y política en el sexenio, el mismo contará con la participación del pueblo azteca, porque por ley (establecida en 1983, luego de que un año antes el gobierno priista QUEBRÓ al país y lo declararon en moratoria de pagos al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial) debe ser demócrata, con participación ciudadana, incluir a todo el pueblo.
No es capricho de la Ejecutiva Nacional, no es nada más la obligación de rendir cuentas y explicaciones a los organismos forasteros, a la gente de “Extranjia”, a los masiosares del exterior y a los poderosos en el país, esos que se robaron todo y por lo cual todos los 130 millones de compatriotas estamos pagando sus cuitas –“el error de diciembre” entre otras porquerías-, sus mañosos enjuagues, sus yerros, sus babosadas, sus rapacerías y su bola de marranadas.
No es chiflazón de la presidenta y de su gabinete, sino que es una obligación de gobierno, elaborar un Plan Nacional de Desarrollo ¡y que incluya al pueblo! si no ¿pues cómo?, ¿cuál nacional?, ¿cuál democrático? ¿dónde el título de participación ciudadana?
El PND, junto con el Plan México (este último puramente en lo económico) representan un panorama de en donde está México, preguntar lo que se debe hacer y pedir permiso en lo que se hará, hacia dónde irá o se quiere llevar al país.
Pero preguntarle al pueblo, a los de abajo, a los comerciantes, a los industriales, a las etnias, a las mujeres, a las amas de casa, a los pobres, a los campesinos, a las minorías, a los conciudadanos de capacidades especiales, a todos.
Se requiere la opinión, la recomendación y el consenso del pueblo.
Así que ignoremos a los que antes se robaron todo el dinero, ese que era de todos y por el cual “deberíamos estar preparados a administrar la riqueza que se nos venía como nación (según dijo un perro)”.
Tiremos a león a los que endeudaron a todos nosotros y a las muchas generaciones por venir.
Mejor cada connacional participemos en esto, ingresemos al sitio web de “Planeando Juntos” https://www.planeandojuntos.gob.mx/ desde mañana lunes 06 de enero, para que el pueblo digamos qué hacer o cómo hacerle para cumplirlos y de la mejor forma.
Juan Pueblo, desde su chante o acudiendo a los foros, podrá opinar, exigir, sugerir y dar directrices sobre temas específicos a tratar en cada foro, en cada evento.
La raza, por internet, puede hacer sus observaciones y peticiones sobre necesidades de cada región de la república, de cada grupo social, de cada género, ingresando a las ventanas que estarán disponibles desde la red. O acudiendo o enviando un emisario a las mesas de tal o cual foro de los que se han dispuesto a diseminar por todo el país, pero hay que participar. Porque no debemos quedarnos con las ganas de participar, esa no es la democracia que cambiará a este país.
Saludos a todos y ¡Feliz Año Nuevo! que este 2025 sea el de usted amigo lector, el nuestro, el de todo México, pero vamos siendo parte actuante todos, para que así sea.