SOPA DEL DÍA

Los perros callejeros y el arte de hacer como que no vemos

Escrito en OPINIÓN el

Cada vez que salimos a las calles, seguro que veremos a seres peludos de cuatro patas que nos miran con esos ojitos de “¿me das un taco?”. No es que los perros y gatos hayan decidido tomarse la ciudad, es que simplemente son demasiados.

La UNAM publicó que México es el país con más perros en Latinoamérica, y de esos 22 millones que nos acompañan, más de la mitad no tiene un hogar fijo; esos eran datos de hace 10 años. Y no, no es porque les guste la vida nómada, es porque los humanos seguimos siendo muy irresponsables cuando se trata de cuidar y esterilizar a nuestras mascotas.

Desde que se suspendieron las campañas para recoger perros callejeros, la situación ha empeorado. Ahora, en lugar de uno o dos lomitos vagabundos en cada esquina, vemos manadas enteras organizándose.

Y la solución no es hacer como que no vemos. Afortunadamente, organismos de rescate y la misma ciudadanía han decidido tomar cartas en el asunto con campañas de esterilización. Sin embargo, es evidente que todavía es insuficiente, dada la cantidad de animales que deambulan por las calles.

La última de estas campañas logró operar a 350 perros y gatos, evitando así que la población perruna y gatuna se dispare aun más. Y no sólo eso, también se rescataron 17 mascotas, se brindaron 84 consultas y más de 160 servicios médicos.

Sí, el problema es grande, y de ese tamaño deben ser las soluciones. De poco sirve poner centros de atención en la plaza principal cuando el problema real está en los barrios, donde los perros se multiplican como conejos.

Así que aquí va un llamado a la conciencia: si tiene perro o gato, cuídelo, esterilícelo y no lo abandone. Y si no tiene, pero ve un perrito en apuros, haga algo. Adoptar no siempre es la opción, pero apoyar campañas de esterilización, donar alimento o simplemente difundir información ya es un paso en la dirección correcta. No podemos seguir ignorando el problema como si no existiera. Porque cada vez que volteamos para otro lado, hay un perrito callejero que nos está mirando con esos ojos de “¿me ayudas o qué?”.

¿Ustedes qué opinan?