El primer día con los nuevos aranceles del 25 por ciento a los productos que cruzan de México a Estados Unidos fue un tanto caótico, en primera instancia porque a pesar de que se Donald Trump lo estuvo anunciando una y otra vez, el cambio formal ocurrió literalmente de la noche a la mañana, y la documentación previa para las mercancías ya no tenía validez, además de que obviamente había que ponerle más billetes que los que se necesitaban el lunes.
La dinámica comercial acostumbrada en el puerto de los dos Laredos se paralizó un día, los clientes fueron informados del incremento, mientras que las agencias aduanales y empresas transportistas debieron hacer sus ajustes para reanudar a la brevedad posible sus operaciones con la nueva realidad.
Para la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM), los grandes ganadores de estas medidas arancelarias unilaterales, son Asia y el bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, entre otros), pues todos estos países se estarían fortaleciendo con esta gran oportunidad que se ha creado al hacer al bloque que integra el T-MEC, mucho menos competitivo, y básicamente peleando entre sí.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos coincide con ese panorama y ha pedido al gobierno de Donald Trump reconsiderar la medida y concluirla a la brevedad posible, al considerar que la mayoría o todas las firmas que representa dicho organismo se verán afectadas de manera inmediata por los aranceles, obligándolos a aumentar sus costos e incluso orillar a algunos a salir del negocio.
Tamaulipas es uno de los 12 estados que podrían ver mayores afectaciones por estas medidas, pues obtiene más del 20 por ciento de su producto interno bruto (PIB) de industrias vulnerables a la posible aplicación de aranceles, al igual que Querétaro, Aguascalientes, Guanajuato y Nuevo León –que califica S&P–, así como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro
En todo esto, las reacciones de reciprocidad de México y Canadá, son lógicas y hasta cierto punto inclinadas a dignificar la posición ante Estados Unidos en el tema arancelario, pero lleva a los tres países a un terreno poco alentador que organismos como Coparmex ven el riesgo de recesión o incremento considerable en la paridad del dólar frente al peso, todo esto por razones hasta cierto punto innecesarias.