El sábado por la noche se hizo oficial la postura que la mayoría de los laredenses habían externado en los días anteriores; su desacuerdo con endeudar a la ciudad y aumentar los impuestos. Fue un contundente 84 por ciento de los 13 mil 222 votantes los que dijeron “no”.
Comenzando con la propuesta A que planteaba vender bonos por 271.1 millones de dólares para destinarlos a una nueva central de Policía y 3 subestaciones para los bomberos, ahí el 85 por ciento dijo que “no”.
En la propuesta B de vender bonos por otros 70.8 millones de dólares para ampliar el Departamento de Salud, el 84 por ciento dijo “no”. La tercera propuesta (C) consistía en bonos de 65 millones para pavimentar calles, y ya se imaginan a qué opción se inclinaron los laredenses; claro, 83 por ciento por el “no”, así como el 81 por ciento que tampoco aprobó la venta de bonos por 10 millones de dólares para restaurar el antiguo Hotel Hamilton para en su lugar crear vivienda pública.
Entre los 271.1, 70.8, 65 y 10 millones de las propuestas A,B, C y D, sumaban 417 millones de dólares en los que no figuraba el tema del agua que tanto ha afectado a los laredenses, y que además endeudaría a los ciudadanos por 20 años, subiéndoles 100 dólares al impuesto por cada 100 mil de valor en una propiedad, impactando desde el ciudadano más modesto hasta el empresario más acaudalado.
El activismo de algunos ciudadanos preocupados funcionó en virtud de concientizar que el no actuar en esta ocasión, traería consecuencias severas a largo plazo, y a pesar de que se eligió una fecha en la que la votación podía pasar desapercibida, algo que también fue muy criticado por algunos laredenses, al final, salió a votar una cantidad suficiente de personas para dejarle al gobierno de la ciudad de Laredo, Texas, un claro mensaje; que no es momento de deudas ni de subir impuestos.