El comercio internacional atraviesa uno de sus periodos más inciertos en años. Entre el auge del proteccionismo, tensiones geopolíticas, conflictos regionales y políticas industriales cada vez más intervencionistas, los flujos globales de mercancías se enfrentan a un entorno volátil y, sobre todo, impredecible.
Así lo confirma el más reciente Informe de Vigilancia del Comercio de la Organización Mundial del Comercio (OMC), correspondiente al periodo de octubre de 2024 a mayo de 2025. El informe revela un dato alarmante: el 19.4% del comercio mundial de mercancías está hoy afectado por medidas restrictivas, frente al 12.5% de hace apenas seis meses. Este salto, impulsado en gran parte por decisiones unilaterales como el llamado “Día de la Liberación” proclamado por el expresidente Trump, marca un retroceso significativo en la apertura comercial global.
En solo siete meses, se impusieron nuevas medidas arancelarias por un valor estimado de 2.73 billones de dólares, más del triple del total registrado en los doce meses previos. Se trata del mayor impacto arancelario desde que la OMC comenzó a monitorear estas cifras en 2009.
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, fue contundente: “Este informe refleja las perturbaciones que estamos viendo en el entorno comercial global, con un aumento agudo de los aranceles”. No obstante, también destacó avances en el diálogo para contener esta espiral, como los acuerdos recientes entre Estados Unidos y China, o entre Estados Unidos y el Reino Unido, que han frenado momentáneamente la escalada.
Para economías profundamente integradas en cadenas globales de valor -como la mexicana- el impacto puede ser severo: mayores costos para insumos, menor competitividad de las exportaciones y mayor cautela en decisiones de inversión internacional.
El Barómetro del Comercio de Mercancías de la OMC, un indicador adelantado de la actividad comercial global, ofrece señales mixtas. Aunque el índice general se ubicó en 103.5 en el primer trimestre de 2025 -por encima del promedio histórico de 100- este repunte obedece principalmente a compras anticipadas ante la expectativa de nuevos aranceles. Es decir, podría tratarse de un crecimiento artificial y pasajero.
Uno de los componentes más relevantes del barómetro, los nuevos pedidos de exportación, cayó a 97.9, lo que anticipa una posible desaceleración hacia finales del año. Otros indicadores, como el transporte de contenedores, la carga aérea y el comercio de componentes electrónicos, muestran algo más de dinamismo, pero el tono general es de cautela.
El informe también destaca un aumento en medidas de defensa comercial, como investigaciones antidumping, que alcanzaron su mayor nivel en una década, aunque su impacto total sigue siendo limitado. En contraste, las medidas de facilitación comercial (eliminación de aranceles, flexibilización de restricciones) disminuyeron de 1.44 a 1.03 billones de dólares en valor.
Además, las políticas de apoyo económico están mutando: los subsidios y ayudas, que fueron clave durante la pandemia, están dando paso a enfoques regulatorios más estructurales, enfocados en objetivos como la seguridad nacional, la mitigación del cambio climático y la resiliencia de las cadenas de suministro.
¿Qué le espera al comercio global?
La OMC proyecta un crecimiento del 2.7% para 2025, bajo un escenario de baja conflictividad. Pero advierte que, si se intensifican las tensiones y se reactivan aranceles recíprocos, especialmente desde Estados Unidos, ese crecimiento podría transformarse en una contracción de hasta -0.2%.
En este nuevo tablero geoeconómico, el comercio internacional -tradicionalmente guiado por la eficiencia- responde cada vez más a motivaciones políticas y de seguridad. Para México, el desafío es claro: adaptarse con pragmatismo, diversificar mercados, fortalecer su infraestructura logística y aprovechar los foros multilaterales para defender un sistema basado en reglas.
Por ahora, la brújula del comercio mundial seguirá oscilando entre cooperación y conflicto, entre apertura y proteccionismo. En medio de este vaivén, la única constante es la incertidumbre.
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR