Uno de los problemas más comunes entre los usuarios de teléfonos inteligentes es la pérdida de velocidad y fluidez con el paso del tiempo. ¿La causa? En muchos casos, la respuesta está en la memoria RAM, un elemento esencial que, aunque no se ve, juega un papel decisivo en el rendimiento del dispositivo.
La RAM (Memoria de Acceso Aleatorio) actúa como un espacio de trabajo temporal donde se cargan las aplicaciones y tareas activas. Si es insuficiente, el teléfono comienza a mostrar síntomas como cierre inesperado de apps, tiempos de carga largos y dificultades para realizar varias tareas a la vez.
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¿Cuánta RAM necesitas realmente?
Para la mayoría de los usuarios promedio, 6 GB de RAM son más que suficientes para una experiencia fluida al navegar en redes sociales, enviar mensajes, ver videos y utilizar apps comunes. Este nivel de memoria también permite correr algunas aplicaciones exigentes sin afectar gravemente el rendimiento.
Por otro lado, los teléfonos con 2 o 3 GB de RAM pueden quedar rápidamente obsoletos y provocar frustración, especialmente con las actualizaciones de software y nuevas versiones de apps que requieren más recursos.
¿Más RAM significa un celular más caro?
Sí, pero hay matices. La cantidad de RAM influye directamente en el precio:
- Gama baja: 2 a 4 GB
- Gama media: 6 a 8 GB
- Gama alta: 12 GB o más
Antes de gastar más por un equipo con demasiada RAM, conviene preguntarse si realmente se necesita. Para un uso común, 6 GB bastan; gastar más solo es recomendable si se ejecutan juegos pesados o editores de video.
No todo es RAM: otros factores que importan
Un buen procesador y suficiente almacenamiento interno también son claves. La recomendación general es optar por un teléfono con al menos 128 GB de almacenamiento y un procesador moderno que complemente la RAM.
Así, el usuario puede disfrutar de un celular rápido, eficiente y con espacio suficiente para fotos, videos y apps, sin necesidad de cambiarlo cada año.