Cancún, QRoo.- Una prueba de que existen esperanzas para derrotar el Covid-19 es Hugo, quien permaneció intubado, en coma durante casi dos meses y fue aislado en una zona de cuidados intensivos.
El abogado Hugo Garza Sáenz, originario de Reynosa, Tamaulipas, logró despertar (a mediados de octubre) y pesaba 30 kilogramos menos.
Intubado no podía hablar. Sin energía muscular, el movimiento de sus ojos y manos era la única manera de comunicarse, pero escuchaba y le avisaron la fecha en la que estaba viviendo. Lentamente comenzó a incorporarse.
“Me fui restableciendo. Poco a poco fui recobrando el movimiento y hoy todavía es fecha que al despertarme y bajarme de la cama, al pisar siento todavía los pies dormidos, pero es un proceso”, pormenoriza.
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A su esposa le dijeron que se preparara para lo peor, que él no iba a pasar la primera semana de hospitalización, pues de acuerdo con especialistas nueve de cada diez personas intubadas no logran superar el procedimiento y mueren, pero Hugo lo logró y llegó ese día cuando finalmente pudo ser dado de alta y reencontrarse con su familia.
“Fue un aliciente verlos. Mi esperanza de vida obviamente es mi esposa y mi hijo. Él me preguntaba –Papá, ¿cuándo vamos a poder ir a la playa, cuándo me vas a llevar a un paseo?–
“Todavía recuerdo el día de noviembre cuando conseguí levantarme por primera vez de la cama, sostenerme, apoyado en una andadera. Me ve mi hijo e hizo un grito de expresión, ¡Mami, mami mi papi ya puede caminar! Eso me dio el doble de aliciente para recuperarme… el bastón únicamente lo utilizo para subir y bajar escaleras, porque todavía me hace falta la fuerza en las piernas.
“Es un milagro el que yo esté con ustedes ahorita platicando, dada la gravedad de lo que pasé y ante todo pronóstico aquí estoy gracias a Dios”, comenta emocionado a través de una videoconferencia con el reportero de Hora Cero.