En medio de un aumento de ataques y crímenes de odio contra la comunidad asiática en Estados Unidos, la leyenda del boxeo Manny Pacquiao, condenó los hechos y lanzó un reto a los agresores.
El campeón mundial en distintas categorías hizo un llamado para que se detengan estos ataques, en especial en contra de las personas mayores.
A través de su cuenta de Instagram, el peleador y senador filipino pidió el fin de la violencia contra los asiáticos y llamó a los agresores a que dejen de atacar a quienes no pueden defenderse.
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"Peleen conmigo en su lugar", fueron las palabras que lanzó Pacquiao en su publicación que recibió muchas muestras de apoyo no sólo de sus seguidores, sino de otras celebridades.
"Tenemos el mismo color en nuestra sangre. Dejen de discriminar. ¡¡AMOR Y PAZ PARA TODOS!!", escribió la leyenda del boxeo.
En las últimas semanas se han incrementado ataques en contra de la comunidad asiática en Estados Unidos, en video publicado este lunes recoge el momento en que un hombre le da una brutal paliza a un asiático y lo asfixia dentro de un vagón del metro de Nueva York con destino a Manhattan.
This is video of yesterday’s assault on 43rd St that was captured from inside the building. Help @NYPDHateCrimes find this woman’s attacker!
If you witnessed this assault or have any information, please call @NYPDTips at 800-577-TIPS#YourCityYourCall pic.twitter.com/hjePnRJURu— Commissioner Shea (@NYPDShea) March 30, 2021
El pasado febrero un hombre utilizó un cúter para cortarle el rostro de un ciudadano de origen filipino de 61 años, que quedó sangrando en el suelo del metro y al que tuvieron que poner cien puntos de sutura.
Este lunes, las cámaras de seguridad de un edificio de Manhattan captaron el momento en el que un hombre agredió física y verbalmente a una mujer asiática de 65 años que iba caminando por la calle. El afroamericano la tiró al suelo de una patada y luego le pisó la cabeza varias veces.
Este mismo mes, al menos ocho personas murieron baleadas en una serie de tiroteos que se registraron en tres salones de masaje en el área metropolitana de Atlanta, en el estado de Georgia. La mayoría de las víctimas eran mujeres y al menos cuatro tenían ascendencia asiática.