Nuevo Laredo cumple hoy 174 años de fundación, pero también de resiliencia, progreso, buen corazón y de mantener sus brazos abiertos a las diversas oleadas migratorias que han dado a la ciudad esa riqueza cultural e identidad que define a los neolaredenses.
Su ubicación geográfica lo hace estratégico en temas de comercio exterior, pero su aprovechamiento por parte de empresarios y su fuerza laboral, han dado a Nuevo Laredo su característico dinamismo que hoy lo ubican como la principal aduana terrestre de Latinoamérica.
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En la historia reciente, los neolaredenses se han sobrepuesto de manera simultánea a una pandemia, restricciones de cruce en puentes internacionales y una catástrofe histórica, saliendo avante con un boom económico que aún sigue en curso.
Es justo lo anterior lo que comprueba que la resiliencia es para muchos un valor intrínseco que define a los neolaredenses.
“Nos hicieron ser resilientes, adaptarnos a la adversidad, a la tragedia y estar alertas al problema diario, pero no dejaremos a nuestra tierra ante esa adversidad; hoy nos ha tocado puntualizar la problemática desde una espacio cívico, del cual no claudicaremos, siempre señalar sin color ni partido. Para mí es un orgullo representar a los organismos civiles de Nuevo Laredo”, expresó Fernando Rodríguez Garza, presidente del Consejo de Instituciones de Nuevo Laredo.
Nuestro lema “Siempre con la patria” tiene su origen en la elección de aquellos que ante la venta de Santa Anna de gran parte del territorio mexicano a Estados Unidos, decidieron cruzar el río Bravo hacia el sur para fundar un Nuevo Laredo, para seguir siendo mexicanos.
“Querían que la Villa de San Agustín siguiera siendo mexicana, porque siempre hemos sido mexicanos”, señaló el recientemente fallecido historiador neolaredense, Manuel Ceballos Ramírez, en múltiples ocasiones, al referirse con pasión al origen de esta ciudad.
El monumento a Los Fundadores, hasta la rotonda de Benito Juárez, la catedral, el reloj de la plaza Hidalgo y tantos otros sitios icónicos, representan para cada ciudadano una identidad visual y vestigio de la tradición e historia de la aduana terrestre más importante de Latinoamérica, con su pujante economía y su constante intercambio cultural con el vecino país del norte.